Proyecto Suma

Coronavirus: La vacunación debe ser prioridad para personas con problemas de salud mental graves

Desde que comenzó la pandemia de SARS-COV2 y las medidas sanitarias que se implementaron para combatirla, advertimos sobre la importancia del especial cuidado que las personas que tienen problemas en su salud mental en momentos como estos. Hemos hecho alusión a la “triple vulnerabilidad” que esta población presenta: más riesgo de contagio, más riesgo del desarrollo de formas severas de la enfermedad y riesgo de descompensaciones o dificultades para el cuidado de los problemas específicos de su salud mental.

Nos encontramos en un momento en el que, como todos saben, se están comenzando a ejecutar los planes de vacunación en todo el mundo. Una de las decisiones importantes que tienen que tomar los estados para elaborar estos planes, tiene que ver con el establecimiento de las prioridades: qué poblaciones serán las que, por su vulnerabilidad, podrían necesitar ser consideradas como necesitadas de una  mayor celeridad para recibir la inmunización.

En esa línea nos parece importante compartir algunos artículos publicados en las últimas semanas y algunas propuestas que circulan en las redes sociales y en espacios de debate dentro de nuestro campo, acerca de la importancia de considerar prioritaria la vacunación de personas con problemas de salud mental. Se trata de una población, como dijimos, de riesgo y, como sabemos, históricamente postergada.

Compartimos con ustedes, los enlaces de algunos artículos publicados y  la propuesta de los colegas de “Psiquiatras en Red” que realizan un zoom el día martes 19 de enero a las 20hs para debatir este importante y muy actual tema.

Artículos relacionados:

COMUNICADO ACERCA DE LA MEDIDA CAUTELAR SOBRE UN TRATAMIENTO MÉDICO NO AUTORIZADO (DIÓXIDO DE CLORO)

Las sociedades abajo firmantes observamos con suma preocupación la injerencia del poder judicial en un tema médico-científico con implicancia en la salud pública, sobre aplicación de dióxido de cloro en pacientes COVID-19, que obliga al equipo terapéutico a utilizar substancias no aprobadas por el ente regulador y formalmente contraindicadas por quienes sustentan su práctica sobre evidencias científicas irrefutables. Con una substancia que, tanto el Ministerio de Salud de Nación, como otras instituciones vinculadas a la salud (SAM, SADI, SAP, ATA, SIBSA), se habían manifestado contraindicando su aplicación, no sólo por su ineficacia sino fundamentalmente por su falta de seguridad.

La justicia no debe obligar a los médicos a indicar una medicación que no tiene respaldo científico y que no está autorizada por los entes de regulación nacional e internacional, ni respaldada por las sociedades científicas nacionales e internacionales. Las autoridades competentes (ministerios de salud, secretarías de salud, colegios o consejos de médicos, instituciones judiciales, otras) deben dar seguridad y garantía jurídica a los profesionales para que puedan actuar con la libertad que otorga la evidencia científica y frenen la judicialización sin fundamentos científicos. La autonomía del equipo de salud, fundamentada en el conocimiento científico y en sólidas posturas bioéticas, no puede ser reemplazada por decisiones judiciales carentes de fundamento científico que pueden dañar a la población.

Si bien entendemos la desesperación de los pacientes y sus familias ante la presencia de una enfermedad, respetuosos de los principios de la bioética y reconociendo el principio de “autonomía” de los pacientes, damos a conocer que existen otros principios como el de “beneficencia” (en este caso ausente) pero fundamentalmente el de “no maleficencia” (“primum non nocere”: “lo primero es no hacer daño”): primero no dañar es un eje rector ante todo acto médico e implica no indicar productos sin evidencia científica.

Ante estos hechos, repudiamos el accionar de aquellos profesionales de la salud que alientan estas medidas y no miden el daño de sus actos.

Adhieren:

  • Asociación Argentina de Disfagia (AAD)
  • Asociación Argentina de Microbiología (AAM)
  • Asociación Argentina de Nutricionistas y Licenciadas en Nutrición (AADYND) Asociación
  • Argentina de Salud Mental (AASM)
  • Asociación Argentina de Sexología y Educación Sexual (AASES)
  • Asociación Civil Surcos
  • Asociación de Medicina Interna de Rosario (AMIR)
  • Asociación de psicólogos y psicólogas de Buenos Aires (APBA)
  • Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA)
  • Asociación Entrerriana de Nutrición (AEN)
  • Asociación Medicina Interna de Venado Tuerto (AMIVET)
  • Asociación Metropolitana de Medicina Familiar
  • Asociación Toxicológica Argentina (ATA)
  • Comité de ética de la Sociedad Argentina de Diabetes
  • Federación Argentina de Medicina Familiar y General (FAMFyG)
  • Foro Argentino de Clínica Médica
  • Fundación Cardiológica argentina
  • Fundación Emergencias
  • Fundación Huésped
  • Fundación Trauma
  • Fundartox
  • Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento 
  • Liga Argentina de Protección al Diabético (LAPDI)
  • Proyecto Suma
  • Red Argentina de investigadoras e investigadores en Salud (RAIIS)
  • Red Integrada de Médicos Argentina (REDIMA)
  • Sociedad Argentina de Diabetes (SAD)
  • Sociedad Argentina de Emergencias (SAE)
  • Sociedad Argentina de Infectología (SADI)
  • Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP) 
  • Sociedad Argentina de Medicina (SAM)
  • Sociedad Argentina de Medicina Interna General (SAMIG) 
  • Sociedad Argentina de Medicina Prehospitalaria (SAMPRE) 
  • Sociedad Argentina de Primera Infancia (SAPI)
  • Sociedad Argentina de Reumatología (SAR)
  • Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI)
  • Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE) 
  • Sociedad Argentina de Virología (SAV)
  • Sociedad Argentina para el estudio de las adicciones (SAEA) 
  • Sociedad Científica de Emergentologia Argentina (SCEA) 
  • Sociedad de Medicina Interna de Córdoba (SMICBA) 
  • Sociedad de Medicina Interna de la Costa Atlántica (SoMICA) 
  • Sociedad de Medicina Interna de Pergamino
  • Sociedad de Medicina Interna de Santa Fe
  • Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental (SIBSA)

    FORO DE SOCIEDADES CIENTÍFICAS ARGENTINAS, DE ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL Y DE UNIVERSIDADES – Integra 𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨 𝐒𝐮𝐦𝐚

COMUNICADO EN RELACION A LAS FAKE NEWS SOBRE LA VACUNACIÓN

El método científico ha dado muestras de ser el mejor procedimiento para el avance del conocimiento en general, y para validar la seguridad, eficacia y calidad de las vacunas. Ahora que la esperanza de una vacuna que pueda prevenir y limitar el daño del COVID- 19 se hizo realidad, todos debemos asumir el compromiso y la responsabilidad de brindar información veraz y de fuentes oficiales. 

Esto resulta esencial para fortalecer la confianza pública en la campaña de vacunación contra el COVID-19, robusteciendo la solidaridad y la necesidad de ampliar el vínculo social que puede contener y mitigar las consecuencias de la pandemia. 

La adhesión colectiva a la vacunación develará el justo reconocimiento y el apoyo que merecen los y las trabajadoras/es de salud que mantienen su compromiso irreductible con el cuidado de la salud de la población, mientras que las falsas noticias conspiran contra este apoyo. Para sumarnos al enorme esfuerzo de estos trabajadores, es imprescindible no circular mensajes que no hayan sido debidamente cotejados con fuentes confiables y oficiales. 

De la misma manera en que la humanidad ha sorteado otros grandes desafíos, saldremos adelante si mantenemos las medidas de cuidado entre todos y todas, reafirmando nuestra convicción en que la solidaridad hoy es la única opción disponible para la prevención y el alivio definitivo del sufrimiento pandémico. Como Foro de Sociedades Científicas, Organizaciones de la Sociedad Civil y Universidades nos comprometemos a colaborar para que así sea.

Adhieren:

  • Área de Salud y Población del Instituto de Investigaciones Gino Germani
  • Asociación Argentina de Nutricionistas y Licenciadas en Nutrición (AADYN)
  • Asociación Argentina de Perinatología (ASAPER)
  • Asociación Argentina de Salud Mental (AASM)
  • Asociación Argentina de Salud Pública (AASAP)
  • Asociación Argentina de Sexología y Educación Sexual (AASES) 
  • Asociación Civil Surcos
  • Asociación de Economía de la Salud (AES)
  • Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA)
  • Asociación Diabetes Argentina – Asociación Civil (A.D.A.) 
  • Asociación Entrerriana de Nutrición (AEN)
  • Asociación Latinoamericana de Medicina Social (Alames Argentina) 
  • Asociación Metropolitana de Medicina Familiar
  • Asociación Toxicológica Argentina (ATA)
  • Capítulo Argentino RedBioética
  • Departamento de Ciencias de la Salud. Universidad Nacional de la Matanza
  • Federación Argentina de Medicina Familiar y General (FAMFyG)
  • Fundación Cardiológica argentina
  • Fundación Emergencias
  • Fundación Huésped
  • Fundación Trauma
  • Instituto de Ciencias de la salud de la Universidad Nacional Arturo Jauretche
  • Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento
  • Intercambios Asociación Civil
  • Liga Argentina de Protección al Diabético (LAPDI)
  • Proyecto Suma
  • Red Argentina de investigadoras e investigadores en Salud
  • Red Argentina de Vigilancia de la Resistencia a los Plaguicidas de uso en Salud Pública
  • Sociedad Argentina de Diabetes (SAD)
  • Sociedad Argentina de Infectología
  • Sociedad Argentina de Medicina
  • Sociedad Argentina de Medicina Prehospitalaria (SAMPRE)
  • Sociedad Argentina de Reumatología (SAR)
  • Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE)
  • Sociedad Científica de Emergentologia Argentina (SCEA)
  • Sociedad de Medicina del Trabajo de Córdoba
  • Sociedad de Medicina Legal de Córdoba
  • Sociedad de Toxicología y Ambiente del Círculo Médico de Córdoba
  • Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental (SIBSA)

FORO DE SOCIEDADES CIENTÍFICAS ARGENTINAS, DE ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL Y DE UNIVERSIDADES 

Algunas reflexiones sobre 2020, este año inédito y desafiante

Marzo, pandemia, aislamiento obligatorio, cambio rotundo de nuestras vidas y también de nuestra cotidianidad dentro de Proyecto Suma.

Tuvimos que hacer un cambio forzado, apurado, que pensamos para uno o dos meses y terminó extendiéndose todo el año. Y así llegamos a diciembre, habiendo transcurrido la mayor parte de este 2020 dentro de nuestras casas, hiperconectados, con muchas horas de pantalla encima, pero extrañando los pasillos de Proyecto Suma, las actividades, los encuentros con mate, los desayunos compartidos, las salidas, las reuniones de equipo.

Como institución, hicimos lo posible por mantener el compromiso de asistencia a los usuarios y familias que integran la comunidad de Proyecto Suma. Acompañamos y ajustamos las propuestas de tratamiento. Esto requirió mucho esfuerzo, flexibilidad y creatividad de parte de todos los equipos.

Dentro del grupo de pacientes/usuarios, algunos descubrieron nuevas posibilidades a partir del uso de la tecnología informática, probaron talleres nuevos y se beneficiaron de no tener que salir de casa. Otros, en cambio, padecieron el encierro, se incomodaron con la cámara, las imágenes de los otros en pequeños rectángulos resultaron intimidantes, lejanas. Para cada quien, se trató de vivencias diferentes.

Las circunstancias que está viviendo nuestro país y el mundo entero nos ha implicado a todos poner a prueba nuestra capacidad de adaptación.

Llegamos a este cierre de año habiendo incorporado muchos recursos con los cuales seguir trabajando el tiempo que nos quede de pandemia. Seguramente atravesaremos tiempos de más o menos presencialidad, sistemas mixtos de tratamientos de acuerdo al devenir de los contagios y las disposiciones sanitarias.

Mi agradecimiento a todos los que vienen participando de este proceso desde los distintos lugares, a todos los que hacemos Proyecto Suma.

Dra. Raquel Gabriel

Directora Médica de Proyecto Suma

Carta de la Comisión Directiva
Balance 2020

Este complejo año que se nos va, además de mostrarnos de un modo franco las inequidades, injusticias y vulnerabilidades que tienen las sociedades, también en muchos casos las potenció e hizo aparecer nuevos conflictos. Por supuesto, también permitió ver la importancia de la solidaridad, el valor de la buena información y de la ciencia y lo indispensable de un pensamiento y acciones inclusivas.

En un contexto tan difícil, caracterizado por la incertidumbre y la perplejidad, creemos que nuestra institución también estuvo a prueba y, ojalá no nos equivoquemos, pudimos estar a la altura de la inédita situación que atravesamos. Creemos haber respondido con aquello que nuestros valores y misión institucional fundantes nos indicaba.

Desde Proyecto Suma, a partir de la declaración de esta pandemia y de sus consecuentes medidas sanitarias, intentamos dar respuestas concretas a los problemas que ellas planteaban en lo relativo a la salud mental. Fueron cuatro los “frentes” en los que elaboramos nuestra pertinente respuesta:

– Modificamos nuestra área asistencial: la modalidad virtual incluyó además a los talleres y todas las actividades grupales (incluso aquellas orientadas a los adultos mayores, quienes sorprendieron por su capacidad de conectarse y participar de modo activo). Interpretamos los nuevos y singulares desafíos que enfrentaba la población a la que asistimos para lograrar sostener así la casi totalidad de los tratamientos en curso. Incluso, dimos inicio a nuevos tratamientos. Por todo ello, entendemos que pudimos disminuir los riesgos que la situación y el aislamiento presentaban para quienes presentan problemas en su salud mental.

– Nuestra tarea académica, además de pasar a la modalidad virtual, se abocó a contribuir a pensar y entender lo que representaba para nuestro campo aquello que está sucediendo y los cambios en las modalidades de asistencia. También continuamos con actividades de formación permanente. En este sentido, aprovechamos la facilitación que lo virtual generó en la posibilidad de contar con invitados de distintas partes del mundo para ello.

– Llevamos a cabo un importante trabajo comunitario de promoción y prevención de salud mental. Se trata de la campaña Salud Mental Urbana, que contribuyó a mitigar los efectos psicológicos negativos de la pandemia y la cuarentena y a poner en agenda de medios y políticas públicas la importancia del cuidado de la salud mental en este nuevo contexto.

– Tomamos contacto con organizaciones sociales y del tercer sector para brindar asistencia psicológica gratuita en barrios populares.

Toda esta tarea requirió de un despliegue y esfuerzo de nuestra área administrativa, de quienes integran nuestro equipo de profesionales, y la ayuda de nuestros donantes. Tal sinergia, entendemos, nos fortaleció como institución y nos ayudó a precisar, aún más, nuestro importante rol social.

Con el compromiso de continuar con nuestra tarea, agradecemos a todos quienes contribuyeron y acompañaron nuestra tarea en este particular 2020 que estamos terminando. Y descontamos su acompañamiento durante 2021. Que sea un buen año para todos y todas.

ACTIVIDADES DE DOCENCIA 2020

El año en que profundizaron la formación, actualización y reflexión en salud mental ​

Finaliza un año bisagra para el área de Docencia. Acostumbrados a la presencialidad, a encontrarnos semanalmente en el último piso de la institución para compartir saberes y pensar entre todos, habíamos programado numerosas actividades para todo el año, que decidimos cancelar, antes de comenzar, apenas fue dictado el decreto de ASPO en marzo de 2020.

Tuvimos que reinventarnos: contábamos ya con una experiencia de curso virtual, pero no en vivo. Primero retomamos el espacio de Docencia interna, para los profesionales de la institución; abrimos una biblioteca virtual que albergaba el conocimiento progresivo sobre el covid articulado con la salud mental, y en mayo, abrimos la puerta de nuestro Zoom para un espacio de discusión: el Foro Psiquiatría de la pandemia, en compañía de la Revista ATLAS, que resultó ser un aliado frecuente en estos tiempos.

La necesidad y el deseo de hablar con otros, pensar con otros, compartir las miradas y experiencias profesionales, causo que los espacios se multiplicaran. Paradójicamente, el aislamiento nos acercó: colegas diversas provincias e incluso países se conectaron con nuestras propuestas de formación, y la labor incansable de Gustavo Lipovetzky, director académico de Proyecto Suma, propició conferencias internacionales con José Maria Álvarez, Rafael Huertas, Joanna Moncrieff y Fernando Colina.

La posibilidad de grabar estos eventos ha permitido generar contenido original, que fue publicado en el flamante canal de YouTube de Docencia Proyecto Suma.
 
La experimentación de plataformas y recursos para compartir material fue clave para el curso Temas de Psicoanálisis Contemporáneo, para el cual contamos con importantísimos invitados.
También nos acompañaron escritores y escritoras en el ciclo “Clínica y ficción”, un respiro de creatividad.
 
Finalizamos el año. Casi 1700 personas participaron de las diversas instancias de capacitación y reflexión en salud mental. 52 docentes, 70 horas.
 
Nos vemos el próximo año, a través de las pantallas que supimos capitalizar, y en nuestro salón del último piso de la calle Güemes, cuando se pueda.
 
Gracias por estar. Buen fin de año!
 
Juan D. del Olmo.
 
 

Pandemia: experiencias y unas primeras conclusiones del trabajo en Consultorios Externos

Desde Proyecto Suma realizamos una rápida conversión a la atención virtual, desde 18 de marzo pasado, para sostener los tratamiento en el nuevo contexto sanitario que se presentaba. Consultorios Externos, como equipo de trabajo transdispositivo (atendemos pacientes de Hospital de Día, Recuperación En Comunidad y ambulatorios), acompañó con gran esfuerzo dicha inicitiva.

En el caso de la atención individual ambulatoria, contábamos con algunos precedentes de telemedicina. Por ejemplo, pacientes viviendo en el extranjero que quisieran recibir tratamiento psicoterapéutico de un coterráneo en su lengua materna. La pandemia de COVID-19 nos llevó a generalizar una práctica que hasta entonces se consideraba excepcional.

Rápidamente, hubo que capacitarse y amoldarse al medio virtual, superando resistencias y temores preconcebidos. Previo a este momento, surgió el interrogante si equivalía al tratamiento en persona. La incertidumbre por esta pregunta fue desplazada por la convicción de que sería la forma posible de sostener los tratamientos en la coyuntura que se presentaba.

Desde marzo, con el inicio del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), a la actualidad se realizaron 9604 consultas. De ellas, 3143 por psiquiatría y 6461 por psicoterapia (entre atención individual y tres grupos terapéuticos también reconvertidos a un funcionamiento por video llamada). Esto corresponde a la asistencia de alrededor de 174 pacientes por psiquiatría y 184 pacientes por psicoterapia.

La nueva modalidad planteaba algunos desafíos desde el inicio y otros que fuimos encontrando a medida que la explorábamos. Desde aquellas personas que no utilizaban video llamadas, no poseían internet o celular hasta la dificultad de conseguir espacios de privacidad para mantener en las entrevistas cuando en casa se encuentra el resto de la familia. Acomodar las consultas a los horarios en que los convivientes salen a trabajar, hacerlas dando la vuelta manzana con el tapaboca y manteniendo distancia social, fueron algunas de las estrategias a crear. El armado de un espacio de privacidad virtual recae de ambos lados. A su vez, los profesionales debían acomodar su dinámica cotidiana al consultorio en casa. Otro desafío fue adaptar las entrevistas para pacientes con discapacidades sensoriales en quienes los medios digitales (pobres en contexto y claves paraverbales) significaron un reto adicional.

Variables que influyeron, a su vez, fueron los vínculos terapéuticos heterogéneos entre pacientes y tratantes: aquellos bien establecidos de largo tiempo de tratamiento, otros que iniciaron pocas semanas o días antes del ASPO. ¿Cómo se construye la alianza terapéutica a la distancia, sin la presencia en el consultorio? ¿La persistencia de la institución (en la virtualidad) es la misma en aquellos que concurren solo a sus espacios individuales o en quienes se encuentran insertos en dispositivos grupales?

Con el paso de los meses y las habilitaciones correspondientes pudieron retomarse la entrevistas individuales presenciales. Aún no generalizadas y masivas, siguiendo la recomendación de disminuir la circulación de la población dentro de lo posible, fueron bien recibidas por pacientes y profesionales. El ya solo volver a la institución conocida, verse cara a cara (aún barbijo y pantalla de por medio) surte efectos. Primero ante situaciones puntuales que revestían alguna urgencia subjetiva luego intentando rearmar rutinas, rítmicas dentro del tratamiento. Intercalando entrevistas con terapeuta, psiquiatra, referente para asegurar un contacto regular en aquellas situaciones que así lo requerían. Por supuesto que este armado es artesanal y, caso por caso, teniendo en cuenta limitaciones en el transporte, cuidado en los grupos de riesgo para COVID y tomando las medidas de protección necesarias (triage, uso de EPP, mantenimiento de distancia interpersonal).

Así la alternancia entre entrevistas presenciales y virtuales se transformó en una potencia a organizar según la necesidad de cada usuario y equipo profesional. Siguiendo los protocolos y directivas “generalizados” es necesario pensar las posibilidades en cada tratamiento en particular.

Aunque pensar el futuro en estos momentos es por lo demás incierto, no podemos dejar de preguntar si estas prácticas han llegado para quedarse. Tal vez no como un reemplazo (como en los primeros momentos del ASPO) pero si como una posible potencia adyuvante a los tratamientos presenciales. ¿Aquello que se abrió como un canal sustituto de comunicación puede volverse una alternativa que enriquezca, en algunos casos, el trabajo clínico?

Autora: Dra. María Victoria Vanni, coordinadora de Consultorios Externos

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