Proyecto Suma

"Psicosis. Abordajes. Presentación de pacientes", de Laura R. D' Agostino

Desde Proyecto Suma acompañamos a Laura R. D’ Agostino en la presentación de su libro “Psicosis. Abordajes. Presentación de pacientes”, en la Escuela Freudiana de Buenos Aires, institución a la que pertenece desde el año 1985. El libro es publicado por Lugar Editorial

Laura tiene un amplio recorrido profesional y docente en diversas instituciones y es miembro de Proyecto Suma desde los inicios de nuestra institución. Actualmente se desempeña como supervisora del área asistencial, convocada desde distintos dispositivos.

La presentación del libro será a través de Zoom el miércoles 1 de diciembre a las 20 hs, y contará con la presencia de Mariela Weskamp, Aurora Favre, Élida Fernández y Ricardo Mauro.

En su libro, Laura testimonia acerca de su recorrido teórico-clínico, en el que conceptualiza la especificidad de la transferencia, las singularidades “prácticas” y la lógica sintomato-estructural de las intervenciones.

El apartado que lleva por nombre El discurso de las psicosis despliega una hipótesis fundamental del recorrido, a la par que inaugura, antecediéndolo, el Anexo de Presentaciones de Pacientes.

Cierra con su respuesta al prejuicio que supone la pregunta de si podría existir alguna relación de causalidad entre las Nuevas configuraciones familiares y la forclusión del significante mayor, significante ordenador que conocemos como Significante del Nombre del Padre.

Regresares, una actividad del Grupo de Lectura y Escritura

El Grupo de Lectura y Escritura, que forma parte de las actividades propuestas por nuestro dispositivo Recuperación en Comunidad, invitó a sus integrantes a reflexionar en torno a cómo experimentaban el regreso a la dinámica presencial en la sede de nuestra institución.

Consigna de la actividad:

Viajar puede tener diferentes sentidos.

Hace un tiempo comenzamos a volver a la dinámica de los encuentros presenciales que manteníamos en tiempos prepandémicos. Con los cuidados necesarios, nos aventuramos a emprender el regreso.

No resultó fácil salir de la comodidad de nuestras casas. Algunos olvidamos el camino, sentimos miedo. No obstante y al mismo tiempo, teníamos muchas ganas de emprenderlo.

Imaginamos entonces un expreso que sale del lugar donde cada quien realizó su aislamiento. Un expreso que va recorriendo distintas estaciones y cuyo destino final es 𝗣𝗿𝗼𝘆𝗲𝗰𝘁𝗼 𝗦𝘂𝗺𝗮.

Lo llamamos 𝘌𝘹𝘱𝘳𝘦𝘴𝘰 𝘐𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘢𝘳𝘪𝘰. Y así comienza el juego:

Expreso Imaginario

Empresa de servicios de retornos: te llevamos adonde quieras volver… Despacho de encomiendas: afectos, proyectos vitales, arte, música, tango, Coro Proyecto Suma, Club, habilidades sociales, lectura y escritura, Grupo de Encuentro, Radio Oimos Voces, cocina.

Si no podés armar la encomienda, nosotros te ayudamos; tenemos hilos, papel, abrochadora. ¡Salimos!

A continuación las reflexiones escritas de algunos de los participantes del Grupo:

𝘌𝘭 𝘌𝘹𝘱𝘳𝘦𝘴𝘰 𝘐𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘢𝘳𝘪𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 “𝘊𝘶𝘭𝘱𝘢𝘣𝘪𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥”, 𝘭𝘢 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘴𝘦 𝘭𝘭𝘢𝘮𝘢 “𝘖𝘱𝘰𝘳𝘵𝘶𝘯𝘪𝘥𝘢𝘥”, 𝘢𝘭𝘭í 𝘣𝘢𝘫𝘢 𝘭𝘢 𝘧𝘳𝘢𝘴𝘦 ” 𝘋𝘦𝘴𝘤𝘶𝘣𝘳𝘪𝘳 𝘭𝘢 𝘳𝘦𝘢𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥”. 𝘌𝘭 𝘵𝘳𝘦𝘯 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘦 𝘴𝘶 𝘳𝘦𝘤𝘰𝘳𝘳𝘪𝘥𝘰 𝘺 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘯𝘥𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘭𝘭𝘢𝘮𝘢𝘥𝘢 ” 𝘛𝘳𝘪𝘴𝘵𝘦𝘻𝘢” 𝘴𝘦 𝘣𝘢𝘫𝘢 𝘭𝘢 𝘱𝘢𝘭𝘢𝘣𝘳𝘢 “𝘔𝘦𝘭𝘢𝘯𝘤𝘰𝘭í𝘢” 𝘺 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘵𝘦𝘳𝘤𝘦𝘳𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘭𝘭𝘢𝘮𝘢𝘥𝘢 “𝘙𝘦𝘤-𝘚𝘶𝘮𝘢” 𝘴𝘦 𝘣𝘢𝘫𝘢 𝘭𝘢 𝘧𝘳𝘢𝘴𝘦 “𝘈𝘤𝘰𝘮𝘱𝘢ñ𝘢𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘺 𝘊𝘰𝘯𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪ó𝘯”.

GB

𝘌𝘭 𝘵𝘳𝘦𝘯 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘰𝘥𝘢 𝘭𝘢 𝘰𝘯𝘥𝘢 𝘦𝘯 𝘚𝘤𝘢𝘭𝘢𝘣𝘳𝘪𝘯𝘪 𝘖𝘳𝘵𝘪𝘻 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘊𝘩𝘢𝘳𝘤𝘢𝘴 𝘺 𝘎ü𝘦𝘮𝘦𝘴. 𝘈𝘭 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘳 𝘳𝘦 𝘥𝘦𝘱𝘳𝘪𝘮𝘪𝘥𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘢 𝘱𝘢𝘯𝘥𝘦𝘮𝘪𝘢, 𝘭𝘢 𝘣𝘶𝘦𝘯𝘢 𝘰𝘯𝘥𝘢 𝘮𝘦 𝘭𝘭𝘢𝘮𝘢 𝘺 𝘮𝘦 𝘴𝘶𝘣𝘰 𝘢𝘭 𝘵𝘳𝘦𝘯.

𝘌𝘮𝘱𝘪𝘦𝘻𝘢 𝘦𝘭 𝘱𝘢𝘴𝘦𝘰:

𝘌𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘬𝘪𝘰𝘴𝘤𝘰: 𝘶𝘯 𝘣𝘢𝘫ó𝘯 𝘢𝘭 𝘷𝘦𝘳 𝘭𝘢𝘴 𝘳𝘦𝘫𝘢𝘴.

𝘌𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘣𝘢𝘳: ¡𝘘𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘤𝘢 𝘨𝘦𝘯𝘵𝘦! ¡𝘘𝘶𝘦 𝘢𝘣𝘶𝘳𝘳𝘪𝘥𝘰!

𝘌𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘱𝘭𝘢𝘻𝘢: 𝘦𝘭 ú𝘯𝘪𝘤𝘰 𝘭𝘶𝘨𝘢𝘳 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘳 𝘶𝘯 𝘱𝘰𝘤𝘰.

Ú𝘭𝘵𝘪𝘮𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢𝘥𝘢 𝘚𝘶𝘮𝘢. 𝘈𝘩í 𝘦𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘳𝘰: 𝘣𝘪𝘦𝘯𝘦𝘴𝘵𝘢𝘳, 𝘙𝘦𝘨𝘰𝘤𝘪𝘫𝘰, 𝘈𝘤𝘰𝘮𝘱𝘢ñ𝘢𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰, 𝘊𝘰𝘮𝘱𝘢ñ𝘦𝘳𝘪𝘴𝘮𝘰, 𝘍𝘦𝘭𝘪𝘤𝘪𝘥𝘢𝘥.

Silvina Caranzano

“𝘓𝘢𝘴 𝘥𝘰𝘴 𝘩𝘰𝘳𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘷𝘪𝘢𝘫𝘦 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘴𝘶𝘮𝘢𝘳, 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘭 𝘵𝘳𝘦𝘯 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘵𝘪𝘵𝘶𝘤𝘪ó𝘯, 𝘴𝘰𝘯 𝘮𝘶𝘺 𝘢𝘨𝘰𝘵𝘢𝘥𝘰𝘳𝘢𝘴.”

– 𝘦𝘴𝘰 𝘵𝘦 𝘱𝘢𝘴𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘷𝘢𝘨𝘰 𝘮𝘶𝘴𝘨𝘶𝘳.

– 𝘺 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘫𝘢𝘴 𝘵𝘶, 𝘭𝘪𝘤𝘪𝘢.

– 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘨𝘢𝘯𝘢𝘴”.

Marcos Keller

𝘚𝘢𝘭𝘨𝘰 𝘥𝘦 𝘮𝘪 𝘤𝘢𝘴𝘢, 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘳𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘦 𝘣𝘳𝘪𝘯𝘥𝘢, 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘯𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢𝘳𝘮𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦𝘯 𝘮𝘪𝘴 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘰𝘴 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘰𝘴.

𝘛𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘷𝘪𝘢𝘫𝘢𝘳, 𝘳𝘦𝘭𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘳𝘮𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘨𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘢𝘭 𝘷𝘦𝘻 𝘴𝘦𝘢𝘯 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘰𝘯𝘴𝘢𝘣𝘭𝘦𝘴 𝘰 𝘯𝘰 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰.

𝘌𝘴𝘵𝘰 𝘮𝘦 𝘨𝘦𝘯𝘦𝘳𝘢 𝘥𝘪𝘧𝘦𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘴𝘦𝘯𝘴𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘮𝘦 𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦𝘯 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳 𝘭𝘰 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘮𝘪 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢.

𝘌𝘴𝘵𝘢𝘳 𝘦𝘯 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢 𝘷𝘪𝘷𝘪𝘦𝘯𝘥𝘢, 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘕𝘪𝘥𝘰, 𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘧𝘪𝘢𝘣𝘭𝘦, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘯𝘰 𝘭𝘰 𝘦𝘴 𝘵𝘰𝘥𝘰. 𝘓𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘦𝘴𝘵á 𝘢𝘧𝘶𝘦𝘳𝘢. 𝘚𝘰𝘮𝘰𝘴 𝘶𝘯 𝘴𝘦𝘳 𝘴𝘰𝘤𝘪𝘢𝘭.

𝘕𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘖𝘵𝘳𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘴𝘦 𝘢𝘵𝘳𝘰𝘧𝘪𝘦 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢. 𝘛𝘦𝘯𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘢𝘭𝘪𝘳, 𝘵𝘳𝘢𝘣𝘢𝘫𝘢𝘳, 𝘥𝘪𝘴𝘵𝘳𝘢𝘦𝘳𝘯𝘰𝘴. 𝘚𝘦 𝘵𝘳𝘢𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘝𝘪𝘷𝘪𝘳, 𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘵𝘳𝘢𝘯𝘴𝘤𝘶𝘳𝘳𝘪𝘳, 𝘯𝘪 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘶𝘳𝘢𝘳. 𝘏𝘢𝘺 𝘲𝘶𝘦 𝘏𝘰𝘯𝘳𝘢𝘳 𝘭𝘢 𝘝𝘪𝘥𝘢.

Silvina Brunetti

𝘚𝘢𝘭𝘨𝘰 𝘥𝘦 𝘮𝘪 𝘤𝘢𝘴𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘭𝘭𝘦 𝘚𝘢𝘯𝘵𝘢 𝘙𝘰𝘴𝘢, 𝘤𝘢𝘮𝘪𝘯𝘰 𝘶𝘯𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘪𝘯𝘤𝘦 𝘮𝘪𝘯𝘶𝘵𝘰𝘴 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘭𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘭𝘦𝘤𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘯𝘻𝘢.

𝘈 𝘷𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘷𝘪𝘢𝘫𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢𝘥𝘰 𝘺 𝘰𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘷𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘢𝘥𝘰, 𝘮𝘪𝘳𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘢 𝘷𝘦𝘯𝘵𝘢𝘯𝘢 𝘴𝘪𝘯 𝘱𝘦𝘯𝘴𝘢𝘳 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘮𝘦 𝘥𝘦𝘱𝘢𝘳𝘢. 

𝘚𝘦𝘨𝘶𝘯𝘥𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘭𝘢 𝘚𝘰𝘭𝘦𝘥𝘢𝘥, 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘷𝘪𝘢𝘫𝘰 𝘴𝘰𝘭𝘰.

𝘛𝘦𝘳𝘤𝘦𝘳𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘉𝘰𝘯𝘥𝘢𝘥, 𝘴𝘢𝘭𝘶𝘥𝘰 𝘢 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴. 

𝘊𝘶𝘢𝘳𝘵𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘈𝘭𝘦𝘨𝘳í𝘢, 𝘮𝘦 𝘥𝘪𝘨𝘰 “𝘴é 𝘵𝘶 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘰”.

𝘘𝘶𝘪𝘯𝘵𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘈𝘯𝘴𝘪𝘦𝘥𝘢𝘥, 𝘯𝘰 𝘷𝘦𝘰 𝘭𝘢 𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘳 𝘢𝘭 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰. 

𝘚𝘦𝘹𝘵𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯, 𝘮𝘦 𝘣𝘢𝘫𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘭𝘦𝘤𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘤𝘢𝘮𝘪𝘯𝘰, 𝘮𝘦 𝘥𝘦𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘶𝘯 𝘮𝘪𝘯𝘶𝘵𝘰.

𝘚é𝘱𝘵𝘪𝘮𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯, 𝘮𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘳𝘰 𝘶𝘯 𝘩𝘦𝘭𝘢𝘥𝘰 𝘺 𝘱𝘪𝘦𝘯𝘴𝘰. 

Ú𝘭𝘵𝘪𝘮𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯, 𝘵𝘰𝘤𝘰 𝘵𝘪𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘰 𝘢 𝙋𝙧𝙤𝙮𝙚𝙘𝙩𝙤 𝙎𝙪𝙢𝙖.

Lorenzo Mazza

¡𝘘𝘶é 𝘥í𝘢! ¡𝘘𝘶é 𝘢𝘯𝘴𝘪𝘦𝘥𝘢𝘥! 𝘋𝘦𝘴𝘱𝘶é𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘭𝘢𝘳𝘨𝘰 𝘱𝘢𝘳é𝘯𝘵𝘦𝘴𝘪𝘴; 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘪𝘵𝘢 𝘦𝘯 𝙋𝙧𝙤𝙮𝙚𝙘𝙩𝙤 𝙎𝙪𝙢𝙖.

𝘔𝘦 𝘢𝘳𝘳𝘦𝘨𝘭é 𝘤𝘰𝘯 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘤𝘶𝘪𝘥𝘢𝘥𝘰.

𝘚𝘢𝘭í 𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘭𝘭𝘦 𝘺 𝘵𝘰𝘮é 𝘦𝘭 𝘵𝘳𝘦𝘯 𝘭𝘭𝘢𝘮𝘢𝘥𝘰 𝘊𝘢𝘳𝘢𝘣𝘪𝘯𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘥𝘦 𝘛𝘩𝘢𝘮𝘦𝘴 𝘺 𝘗𝘢𝘳𝘢𝘨𝘶𝘢𝘺.

𝘗𝘰𝘳 𝘭𝘢 𝘷𝘦𝘯𝘵𝘢𝘯𝘪𝘭𝘭𝘢 𝘰𝘣𝘴𝘦𝘳𝘷𝘢𝘣𝘢 𝘭𝘢𝘴 𝘮𝘪𝘳𝘢𝘥𝘢𝘴 𝘮𝘶𝘴𝘵𝘪𝘢𝘴, 𝘴𝘪𝘯 𝘢𝘭𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 (𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘳𝘰𝘯𝘢𝘷𝘪𝘳𝘶𝘴 𝘯𝘰𝘴 𝘢𝘤𝘦𝘤𝘩𝘢𝘣𝘢).

𝘌𝘭 𝘵𝘳𝘦𝘯 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘪ó 𝘺 𝘱𝘢𝘳𝘰 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘥𝘦 𝘉𝘰𝘳𝘨𝘦𝘴 𝘺 𝘊𝘩𝘢𝘳𝘤𝘢𝘴; 𝘨𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘣𝘢𝘫𝘢𝘣𝘢, 𝘨𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘴𝘶𝘣í𝘢.

𝘠𝘰 𝘴𝘦𝘨𝘶í 𝘺 𝘦𝘯 𝘮𝘪 𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘦𝘭𝘢𝘣𝘰𝘳𝘢𝘣𝘢 𝘭𝘢 𝘱𝘰𝘦𝘴í𝘢 𝘺 𝘱𝘢𝘭𝘢𝘣𝘳𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘢𝘭𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴, 𝘦𝘯 𝙋𝙧𝙤𝙮𝙚𝙘𝙩𝙤 𝙎𝙪𝙢𝙖.

𝘌𝘭 𝘵𝘳𝘦𝘯 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘪ó 𝘺 𝘱𝘢𝘳𝘰 𝘦𝘯 𝘎ü𝘦𝘮𝘦𝘴 𝘺 𝘚𝘦𝘳𝘳𝘢𝘯𝘰, 𝘶𝘯𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘭𝘭𝘢𝘮𝘢𝘥𝘢 𝘎𝘰𝘳𝘰𝘴𝘪𝘵𝘰.

𝘌𝘭 𝘳𝘶𝘪𝘥𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘵𝘳𝘦𝘯 𝘮𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢, 𝘮𝘦 𝘢𝘤𝘶𝘯𝘢𝘣𝘢 𝘺 𝘺𝘰 𝘴𝘰ñ𝘢𝘣𝘢.

𝘓𝘭𝘦𝘨𝘶é 𝘢 𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘎ü𝘦𝘮𝘦𝘴 𝘺 𝘣𝘢𝘫é 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘦 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘣𝘢 𝘶𝘯 𝘨𝘳𝘶𝘱𝘰 𝘥𝘦 𝘱𝘢𝘭𝘢𝘣𝘳𝘢𝘴. 

𝘔𝘪 𝘨𝘳𝘶𝘱𝘰.

Gloria Solari

La depresión y la ansiedad se incrementaron entre 25% y 30% por causa de la pandemia

Un consorcio de colaboradores con representantes de todos los continentes para el estudio de la salud mental en conexión con la pandemia por coronavirus en el mundo realizó un estudio de prevalencia y carga de enfermedad por depresión y ansiedad en 204 países del mundo durante 2020 que fue publicado en The Lancet en octubre de 2021. El estudio concluyó que la depresión y la ansiedad en el mundo habían aumentado entre 25% y 30% respecto de los muy elevados niveles existentes antes de la pandemia.

Hacer click aquí para acceder al artículo Global prevalence and burden of depressive and anxiety disorders in 204 countries and territories in 2020 due to the COVID-19 pandemic, de The Lancet (disponible solo en inglés).

La depresión y la ansiedad ya se encontraban entre las 25 causas más significativas de carga de enfermedad a nivel global. Su contribución al padecimiento de las personas en el mundo se habría incrementado significativamente y, según los indicadores utilizados por los investigadores, dicho aumento habría estado ligado a las restricciones en la circulación de las personas, la tasa de contagios y la sobretasa de mortalidad atribuible al coronavirus en cada país y región. 

De tal modo, algunas regiones se habrían visto más afectadas que otras: el norte de África y Medio Oriente habría registrado el mayor incremento en las tasas de depresión (37%), pasando de 3,3% a 4,6% de la población afectada con depresión. América Latina fue afectada de un modo similar al sur de Asia, con incrementos de 35% y 36% respectivamente, elevando la prevalencia de la depresión al 3,5% y 3,6%. En cambio, la región del Sudeste Asiático, Australia y Oceanía, que tenía una prevalencia de depresión más baja (1,7%) antes de la pandemia a su vez habría subido menos que el resto (11,5%) y seguiría por debajo del 2% en el año 2021. Algo similar habría pasado con la ansiedad, con incrementos del 35% en la prevalencia de ansiedad para el sur de Asia y de 32% en América Latina, elevando los registros al 4,1% y al 7,5% respectivamente.

Tanto para la depresión como para la ansiedad los mayores incrementos relativos se habrían dado en mujeres y en jóvenes, lo cual es interesante ya que la mayor mortalidad asociada al coronavirus estuvo más vinculada a personas mayores y relativamente más a los hombres que a las mujeres. Si bien el riesgo de contraer el coronavirus era similar entre hombres y mujeres, el riesgo de vida era superior en los hombres. Con significativa mayor diferencia, las personas mayores estuvieron más expuestas que las personas jóvenes. Sin embargo, los incrementos mayores en la ansiedad y la depresión se dieron en mujeres y jóvenes.

En particular, el estudio estimó que en Argentina, Chile, Bolivia, Perú y Ecuador los incrementos en los porcentajes de personas con depresión y ansiedad habrían estado entre los peores del mundo, con variaciones en todos estos países superiores al 37,8% para la depresión y a 36,4% para la ansiedad. Las cifras no pueden ser menos que preocupantes.

Los autores destacan que no debe olvidarse que ambos trastornos cuentan con estrategias de probada eficacia que permiten mitigarlos: la promoción de la salud mental (por ejemplo, hablando con otros, evitando el aislamiento social y sosteniendo hábitos saludables, como ha promovido Proyecto Suma por medio de diversas campañas desde el inicio de la pandemia), abordando los determinantes sociales (económicos, laborales, habitacionales, etc.) que habrían sido exacerbados por la pandemia, y disponiendo de acceso a intervenciones y tratamientos para quienes ya hubieran desarrollado un trastorno mental. Pese a que se sabe cómo combatirlas, la depresión y ansiedad en el mundo habrían aumentado considerablemente.

Además de este mensaje de alerta, cabe señalar la complejidad de un estudio que no cuenta con datos de calidad y lo suficientemente confiables en aquellas regiones y países en donde la investigación epidemiológica en salud mental está más rezagada. Los estimativos en dichos países se basan en encuestas online sin valor probabilístico, combinadas con otros estudios con información generalizable mediante cálculos estadísticos de alta complejidad. La precisión y la confiabilidad de estos datos habrá que contrastarlas con perentorios y pendientes estudios locales que faciliten la distribución de recursos para afrontar las múltiples secuelas de la pandemia.

Lic. Martín Agrest, coordinador del Área de Investigación de Proyecto Suma.

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