Este complejo año que se nos va, además de mostrarnos de un modo franco las inequidades, injusticias y vulnerabilidades que tienen las sociedades, también en muchos casos las potenció e hizo aparecer nuevos conflictos. Por supuesto, también permitió ver la importancia de la solidaridad, el valor de la buena información y de la ciencia y lo indispensable de un pensamiento y acciones inclusivas.
En un contexto tan difícil, caracterizado por la incertidumbre y la perplejidad, creemos que nuestra institución también estuvo a prueba y, ojalá no nos equivoquemos, pudimos estar a la altura de la inédita situación que atravesamos. Creemos haber respondido con aquello que nuestros valores y misión institucional fundantes nos indicaba.
Desde Proyecto Suma, a partir de la declaración de esta pandemia y de sus consecuentes medidas sanitarias, intentamos dar respuestas concretas a los problemas que ellas planteaban en lo relativo a la salud mental. Fueron cuatro los “frentes” en los que elaboramos nuestra pertinente respuesta:
– Modificamos nuestra área asistencial: la modalidad virtual incluyó además a los talleres y todas las actividades grupales (incluso aquellas orientadas a los adultos mayores, quienes sorprendieron por su capacidad de conectarse y participar de modo activo). Interpretamos los nuevos y singulares desafíos que enfrentaba la población a la que asistimos para lograrar sostener así la casi totalidad de los tratamientos en curso. Incluso, dimos inicio a nuevos tratamientos. Por todo ello, entendemos que pudimos disminuir los riesgos que la situación y el aislamiento presentaban para quienes presentan problemas en su salud mental.
– Nuestra tarea académica, además de pasar a la modalidad virtual, se abocó a contribuir a pensar y entender lo que representaba para nuestro campo aquello que está sucediendo y los cambios en las modalidades de asistencia. También continuamos con actividades de formación permanente. En este sentido, aprovechamos la facilitación que lo virtual generó en la posibilidad de contar con invitados de distintas partes del mundo para ello.
– Llevamos a cabo un importante trabajo comunitario de promoción y prevención de salud mental. Se trata de la campaña Salud Mental Urbana, que contribuyó a mitigar los efectos psicológicos negativos de la pandemia y la cuarentena y a poner en agenda de medios y políticas públicas la importancia del cuidado de la salud mental en este nuevo contexto.
– Tomamos contacto con organizaciones sociales y del tercer sector para brindar asistencia psicológica gratuita en barrios populares.
Toda esta tarea requirió de un despliegue y esfuerzo de nuestra área administrativa, de quienes integran nuestro equipo de profesionales, y la ayuda de nuestros donantes. Tal sinergia, entendemos, nos fortaleció como institución y nos ayudó a precisar, aún más, nuestro importante rol social.
Con el compromiso de continuar con nuestra tarea, agradecemos a todos quienes contribuyeron y acompañaron nuestra tarea en este particular 2020 que estamos terminando. Y descontamos su acompañamiento durante 2021. Que sea un buen año para todos y todas.